Evania appendigaster es un himenóptero de muy reducido tamaño, de color negro. Es muy fácilmente reconocible por la longitud de su último par de patas, sus ojos compuestos de un azul intenso y el movimiento que realiza meneando el gáster (o abdomen) al andar.
Esta avispa es un controlador natural de las poblaciones de cucarachas. La parte interesante de este insecto que hace posible esa función es su ciclo de vida. Parasita las ootecas de las cucarachas, es decir, buscará incansable el lugar donde las cucarachas guardan sus huevos e inyectará su descendencia dentro de las ootecas de las cucarachas.
Una vez dentro, las larvas crecen alimentándose de los huevos de las cucarachas, matándolas desde el interior. Irán creciendo a medida que devoran toda la ooteca de las cucarachas. Como muchos insectos, formarán una pupa en la que completarán su desarrollo. Y cuando por fin llegan a su estadío adulto, salen del interior de las ootecas y pueden tener vida libre.
¡Y no hay que preocuparse por picaduras! Esta avispa no ataca al ser humano (o al menos, se desconoce que lo haga). Todo ello le convierte en un invitado perfecto.
Al ser un controlador natural de esos molestos dictiópteros que encontramos por casa, es mucho mejor dejar que sigan con su ciclo de vida en vez de usar insecticidas u otras sustancias tóxicas. Por ello es importante que se conozca un poco acerca de esta curiosa avispa, para no matarla y considerarla más una aliada que un insecto no deseado.
PD: Aquí adjunto un vídeo muy ilustrativo del ciclo de vida de Evania appendigaster.